Mendoza se prepara para un debate crucial sobre la reforma de su Código de Aguas, con el objetivo de adaptar la legislación a las necesidades actuales de desarrollo industrial y minero. En un contexto donde la diversificación de la matriz productiva es cada vez más necesaria, la provincia enfrenta desafíos históricos en la gestión de sus recursos hídricos. La iniciativa, impulsada por el gobierno de Alfredo Cornejo, busca equilibrar el uso del agua entre distintas actividades económicas, como la agricultura, la minería y la industria, en un marco que promueva un desarrollo sostenible y equitativo.
El nuevo código no solo busca optimizar el uso del agua en sectores tradicionales como la agricultura, sino que también pretende abrir espacio para la minería, una industria que, según las autoridades, tiene el potencial de revitalizar la economía provincial. Este enfoque incluye la implementación de regulaciones que aseguren el uso racional del recurso, minimizando el impacto ambiental y asegurando el acceso equitativo para todas las industrias.
Además, la reforma del Código de Aguas responde a la necesidad de actualizar una ley que ha recibido múltiples modificaciones a lo largo de más de un siglo, sin lograr adecuarse a las realidades contemporáneas. Con esta actualización, se busca establecer un marco legal que permita el desarrollo de nuevas actividades productivas, garantizando al mismo tiempo la sostenibilidad del recurso hídrico, fundamental para el bienestar de la población y el crecimiento económico de Mendoza.
Esta noticia se vincula con los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):
- ODS 6 (Agua limpia y saneamiento): La reforma busca asegurar un uso sostenible del agua, garantizando su disponibilidad y gestión eficiente para todos los sectores productivos.
- ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico): Al integrar la minería e industria en la planificación del agua, se promueve el crecimiento económico diversificado y la creación de empleo en la provincia.
- ODS 12 (Producción y consumo responsables): La regulación del uso del agua fomenta prácticas de producción sostenibles, asegurando que los recursos naturales se utilicen de manera responsable y eficiente.