Bloomberg — El futuro director ejecutivo de lo que se convertirá en el tercer mayor productor mundial de litio dice que la nueva compañía se centrará en crear una cadena de suministro en América, teniendo en cuenta que los fabricantes de automóviles estadounidenses están buscando fuentes distintas de China.
“Centrarse en Estados Unidos hace una gran diferencia para nosotros con clientes e inversionistas”, dijo Paul Graves en una entrevista el jueves, un día después de que se anunciara que Livent Corp. se fusionará con Allkem Ltd. para crear una compañía de US$10.600 millones. China, donde la estadounidense Livent tiene refinerías, “no será un foco de crecimiento para nosotros en el futuro”, señaló.
La compañía, aún sin nombre, reunirá activos de litio de Argentina, Canadá y Australia, lo que le permitirá satisfacer la creciente demanda occidental, enfatizaron Graves, director ejecutivo de Livent, y su contraparte de Allkem, Martín Pérez de Solay, en la entrevista conjunta. La Ley para la Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) del presidente Joe Biden, que apoya la producción nacional de componentes de vehículos eléctricos, había “acelerado” el alejamiento de China, dijo Graves. La ley, promulgada en agosto pasado, ofrece créditos tributarios para vehículos eléctricos que utilizan materiales fabricados en EE.UU. o sus socios de libre comercio, como Canadá y Australia.
El acuerdo Livent-Allkem muestra que la IRA está reconfigurando cadenas de suministro de metales como el litio, así como la forma en que está ayudando a Washington a disputar el papel de liderazgo de Pekín en muchos sectores que son fundamentales para la transición energética. China es el productor dominante de materiales para baterías, y la única parte de la cadena de suministro de litio que no controla es la extracción, donde Australia y Chile son importantes. “El área de crecimiento es invertir en Argentina, invertir en Canadá, invertir en cadenas de suministro occidentales localizadas”, dijo Graves. Australia, aliado clave de EE.UU., también sería un foco para la nueva empresa, agregó Pérez de Solay.
Si bien Argentina no cuenta con un TLC con EE.UU., Graves dijo que tenía la esperanza de que la Casa Blanca hiciera una excepción.
“A EE.UU. le interesa calificar a Argentina y esperamos que lo hagan”, dijo, y agregó que estaba “recibiendo una respuesta favorable del Gobierno de EE.UU.”. Está previsto que el acuerdo se complete, a más tardar, a fin de año, y que la nueva compañía cotice en Nueva York.