Hoy es el día de San Valentín, cada 14 de febrero se celebra en todo el mundo el amor y la amistad. Una festividad de origen cristiano muy antigua que recuerda las buenas obras realizadas por San Valentín de Roma, relacionadas con el concepto universal del amor y la afectividad.
Casualmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1949, instituyó esta fecha como el Día Mundial de la Energía con el objetivo de promover el uso de fuentes alternativas y disminuir la utilización de energías no renovables.
Ambas causas son benéficas para el planeta, impactan directamente en la calidad de vida de las gentes, en un caso, alentando amor y respeto, y en el otro, enfatizando en el cuidado del ambiente.
Históricamente, la energía ha sido un componente esencial para el desarrollo humano. El comercio, la industria, el transporte, la construcción, incluso la vida cotidiana, dependen de una fuente energética como condición sine qua non para su funcionamiento.
En las sociedades avanzadas de Occidente, el acceso a la electricidad es una constante las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Gran parte de la vida moderna se basa precisamente en la utilización de dispositivos que requieren una carga energética. Desde los hornos de cocina hasta los teléfonos móviles. La energía constituye el principal motor de las grandes urbes y la calidad de vida de sus ciudadanos.
El actual sistema obliga a repensar el modelo energético vigente basado mayoritariamente en fuentes naturales no renovables y apostar por el uso sostenible de la energía hacia el futuro.
A través de O18 queremos crear conciencia en la sociedad de la importancia del uso racional de energía y ayudar en la promoción de fuentes de energías limpias que ofrece la naturaleza como el sol y el agua para la generación de energía.
Uno de los últimos informes anuales del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), menciona que más de un tercio de la población mundial no tiene acceso a las formas avanzadas de energía. Los 30 países más desarrollados del planeta, que representan un 15% de la población total, consumen más del 60% de estas formas modernas de energía.
Panorama
Se estima que 1.100 millones de personas en todo el mundo aún no tienen acceso a la energía básica. En este Día Mundial de la Energía es importante reflexionar acerca de las acciones más estratégicas en términos económicos, tecnológicos y políticos para propiciar el acceso universal a la energía.
O18 pone en valor en este día el objetivo 7 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para 2030: “Energía limpia y accesible”.
Busca identificar las acciones gubernamentales, empresariales, independientes, adoptaron posiciones y están trabajando en función de este objetivo.
La premisa es dar visibilidad a todas las inversiones sostenibles que contribuyen de manera significativa y procuran un impacto medioambiental positivo.
FUENTE INAGOTABLE: VENTAJAS DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES
- El uso de las energías renovables supone un gran ahorro económico a medio-largo plazo. Debido a las horas de Sol recibidas, la fuerza de los vientos que recorren la tierra o la potencia con que las aguas del mar y los ríos molden el paisaje, la energía extraída de estas fuentes disminuye el costo energético.
- La energía solar fotovoltaica permite el autoconsumo y, a su vez, producir y vender el excedente.
La instalación de este tipo de energía es sencilla, cuenta con paneles duraderos, silenciosos y fabricados en la mayoría de las ocasiones con silicio, uno de los materiales más abundantes en la tierra. Los gastos de mantenimiento son mínimos, y, una vez están instaladas las placas solares, su conservación, especialmente para autoconsumo, tiene un coste razonablemente bajo. - Los usuarios (generadores de energía) pueden vender la energía que producen y no consumen. La provincia de Salta, a través de la Ley de Balance Neto promueve las los mecanismos para que los excedentes generados por la energía solar se puedan trasladar a la red y a cambio obtener una compensación económica por parte de la comercializadora correspondiente. La energía hace que el mundo avance y si la orientamos a un equilibrio sostenible para convertirla a renovable lograremos asegurar el suministro a las futuras generaciones al tiempo que estaremos contribuyendo a un planeta más limpio en el que humanidad y naturaleza convivan lo más integrados posible.